Hoy quiero agregar una sección en el blogs, de mitos, leyendas, o cosas extrañas. En la entrada de hoy, hablaremos sobre 'La casa de los perros'.
Todo tiene origen en Guadalajara, México, sobre Av. Alcalde en el centro de la ciudad, a unas cuantas cuadras de la catedral. En ésa ubicación se encuentra una casa conocida como 'La casa de los perros' actualmente un museo de periodismo.
Cuenta la historia que en la época colonial ésta casa era una imprenta, pero en ese entonces era una casa sencilla, sin tantos lujos e incluso dicen, que ahí estuvo Don Miguel Hidalgo; ahí se imprimió un periódico caro, el cual se llamaba 'El despertador americano' y sólo salieron como 7 ejemplares, hasta que se acabó.
Después de un tiempo la casa la compró el Señor Jesús flores Arreola, un hombre de Tequila, Jalisco, que era dueño de tres haciendas, era un hombre muy rico, no tenía familia y su única compañía eran sus dos perros y las personas del servicio, tenía más de 70 años de edad, ya era un señor grande.
Tenía una amiga que era viuda, se llamaba Doña María, ella vivía con sus 5 hijas, todas muy hermosas, eran modistas de mucho prestigio en Guadalajara. Don Jesús acostumbrada a pasar tiempo con ellas, cuando le llevaba sus prendas para que le dieran unos arreglos.
Transcurriendo el tiempo, lamentablemente los perros fallecieron de viejitos, entonces Don Jesús, quedó aún más solo; un día en una conversación entre Don Jesús y Doña María, él le dijo que se sentía muy solo desde que ya no tuvo a sus perros consigo, entonces doña María le dijo que se volviera a casar pero Don Jesús dijo que ella estaba muy grande para hacer eso entonces doña María le dijo, que ella tenía 5 hijas y que sería un honor que fuera su yerno.
Al final Don Jesús aceptó la sugerencia y comenzó a cortejar a las 5 hijas, llevándole regalos a todas, incluyendo a su amiga Doña María, dejando en claro sus intenciones. Él quería a una muchacha llamada Elodia, pero ella le dejó en claro que no lo quería, porque estaba enamorada de un muchacho que era alfarero. Así que entonces desistió y espero a que ellas eligieran, una la que decidió casarse con Don Jesús, era la más pequeña, se llamaba Ana, ella soñaba con que algún día tendría muchos vestidos finos, por eso finalmente decidió, que se iba a casar con Don Jesús, pero a cambio, Ana le pidió que la casa fuera de dos pisos y que ella haría todos los arreglos, de la boda y de la casa.
Pronto se realizó la boda, se fueron de luna de miel a Europa y de vuelta de Europa, cómo se encontraban en un barco, de repente vino una tormenta; Don Jesús pensó que ahí morirían los dos, pero le hizo prometer a su esposa que si él moría y ella sobrevivía, cada aniversario ella le haría un novenario, afortunadamente los dos sobrevivieron.
De regreso a Guadalajara, Don Jesús, mandó a llamar a un conocido arquitecto, para remodelar la casa a gusto de su esposa, porque hay que recordar que ella, quería una casa de dos pisos ya que en ese tiempo las casas de dos pisos, sólo eran para la gente muy adinerada. Don Jesús, llenaba de regalos y le cumplía todos los caprichos a su esposa, no había nada que no le concediera.
Un día Don Jesús le comentó a su esposa Ana, que se empezó a sentir sólo desde que fallecieron sus perros, por eso ella mirando una revista vio perros como decoración de casas, ella los mandó a pedir porque estaban muy de moda en las casas europeas y de paso le daba gusto a su esposo.
A Don Jesús le encantaron los perros y dicen que cada que llegaba a su casa, lo primero que hacía era mirar hacia el cielo en dirección a los perros, como señal para brindarles un saludo.
Con los años estos perros serían los que le darían el nombre a la casa, ya que por ellos la gente comenzó a llamarla 'La casa de los perros'.
Pasó el tiempo y el administrador José Cuervo, pasaba muchas horas en la casa de Don Jesús, como era de la misma edad que de Doña Ana tenían muchos temas en conversación, no muy tarde la gente comenzaba a murmurar sobre los amoríos entre José Cuervo y doña Ana pero Don Jesús no les daba importancia, ya que no quería vivir su vejez sólo.
Misteriosamente Don Jesús cayó enfermo, Doña Ana no dejaba que nadie lo visitara, ella le llevaba la comida y no permitía que nadie más lo hiciera, e inclusive siempre estaba presente en las consultas médicas que le realizaban a Don Jesús; comentaba el médico de Don Jesús, qué le había dicho que se sentía solo y triste aún con su esposa al lado.
Lamentablemente falleció Don Jesús unos dicen que por la vejez, pero otros dicen que lo ayudaron a morir, ya que a Doña Ana le urgía que don Jesús ya no viviera, para ella poder realizar su amor con José Cuervo, pocos meses después anunciaron el compromiso entre Doña Ana y José Cuervo, así confirmaron con las habladurías de la gente y cuando se le cuestionó a José Cuervo que porque le hizo eso a Don Jesús, José Cuervo respondió que Don Jesús, le había dicho en su lecho de muerte, que se casara con su esposa Ana.
Pasando los días, decían las personas de servicio, que desde que José Cuervo se quedó en la casa, empezaron a pasar cosas extrañas, como por ejemplo las puertas se golpeaban solas, las cosas caían sin explicación alguna y oían que les hablaba Don Jesús.
Una noche empezaron a oírse unos ruidos extraños, Doña Ana se levantó, le llamó a una persona de servicio para que la acompañara, iban las 2 hacia la azotea de la casa, unos pasos adelante iba la persona de servicio y de repente dio un grito espantoso, Doña Ana rápidamente subió las escaleras y vio que Don Jesús, estaba recargado en barda y al lado de él se encontraban los dos perros sentados.
Desde esa noche doña Ana no quiso vivir más en ésa casa, se fué ésa misma noche y al día siguiente mandó por sus cosas.
La casa se quedó sola por mucho tiempo, fue colegio, fue restaurante y actualmente es un museo de periodismo.
Se dice que se le apareció al médico, (quien dió pie a ésta leyenda) y que le dijo Don Jesús, que quien fuera el panteón donde se encontraban sus restos por 9 días, a las 12 de la noche, con la única compañía de una vela y le rezara el novenario, recibiría en recompensa las escrituras de la casa.
Muchos lo han intentado, pero dicen que algunos se desmaya en pleno panteón, otros salen corriendo, otros se vuelven locos, porque dicen que al rezar, hay alguien que les responde los avemarías, también se dice que el espíritu de Don Jesús sigue en la casa, con la compañía de sus perros fieles e incluso dicen que los perros se mueven por la noche.
¿Ustedes qué pensarían? ¿Será verdad?…